Debes saber que en Gran Bretaña consideran a la jardinería como un arte más que un pasatiempo.
Es por ello que el diseño de jardines ha sido una característica importante de la cultura británica durante siglos. Y ello se debe a los constantes cambios de estación y abundantes lluvias que posibilitan una vegetación exuberante.
Una vez dentro, te ves rodeado por una frondosa vegetación provinente de todas partes del mundo. El Jardín Botánico de Edimburgo es uno de los más grandes, completos y hermosos de Europa; y logra combinar a la perfección la faceta científica con la lúdica. Glorietas, caminos bajo las ramas de los árboles, bancos y estanques hacen de este jardín un lugar ideal para ir a pasar una tarde tranquila, pasear o incluso llevarte el portátil para trabajar.
El Jardín Botánico de Edimburgo es uno de los más completos de Europa, y sin duda, uno de los más bonitos del mundo, lo que le ha hecho convertirse en una interesante atracción turística para todos aquellos que viajan a Edimburgo.
Las palmeras victorianas, las orquídeas, los cactus y las flores acuáticas gigantes hacen de este lugar uno de los más hermosos y tranquilos del Reino Unido.
Fue fundado en 1670 en St. Anne’s Yard (cerca del Palacio de Holyrood) por los doctores Robert Sibbald y Andrew Balfour; esto lo convierte en el segundo jardín botánico más antiguo de Gran Bretañadespués del de Oxoford.
A causa de la creciente necesidad de espacio, así como de la polución en el centro de Edimburgo, la colección fue dividida en cuatro jardines dispersos en distintas localidades de Escocia: Edimburgo, Dawyck, Logan y Benmore; siendo el de Edimburgo el más importante de ellos.