Trasplante de raiz de Crisantemos

Para proteger o propagar los Crisantemos a principio del invierno o finales de otoño, se puede realizar colocando las raices en cajoneras cubiertas o en lugares reparados del frío,  para que pre germinen y realizar el trasplante en primavera.

Se necesita un sustrato suelto, ligero, esponjoso, compuesto por tierra fértil, compost, prlita o arena gruesa en partes iguales,

Realizar una capa de 10-12 cm de profundidad en una cajonera o bandeja. 

Primero se deben retirar las partes de tallos y hojas cuando culmine la floración, cortar  casi al ras del comienzo de las raices, sacar con una pala o rastrillo las raices, limpiar de tierra las mismas, recortar las puntas y raices largas.

Sembrar el cepellón de raices, dejando sobresalir 5 cm de los tallos hacia la superficie de la tierra, regar abundantemente. Tapar con un foil o vidrio la parte superior de la cajonera, en un lugar sombreado y fresco.

Este mismo procedimiento se puede realizar en macetas que colocaremos en patios o terrazas cubiertas, protegidas del frío intenso.

A comienzo de la primavera aparecerán los primeros brotes, cuando la plante alcance 10 -15 cm de altura se puede trasplantar.

Colocar la nueva planta en lugares soleados y regar frecuentemente las primeras semanas, abonar y fertilizar con ´fósforo, potasio y humus de lombriz o guano, al realizarlo, respetar las dosis indicadas en el envase y lejos de las raices, regar copiosamente.

Multiplicación de Trepadoras

Podemos obtener fácilmente nuevas plantas de aquellas trepadoras que nos gusten o aquellas que le pedimos a algún vecino.
Son 5 las principales forma de reproducción de la planta, por semillas, acodos, injertos, estacas, gajos, división de matas.

Hay dos maneras fáciles de hacer la reproducción por medio de estacas o de acodo.

Para realizarlo de estacas, debemos cortar un trozo de rama del año anterior, del grosor de un lápiz  de 10-12 cm de largo, se debe realizar un corte recto en la base del tallo o esqueje, justo debajo de un nudo o yema, lo mismo realizamos en el extremo superior del esqueje, pero el corte superior será oblicuo.

Colocaremos el extremo inferior en hormona de enraizamiento, luego en un recipiente donde colocaremos la tierra abonada, con algo de arena o perlita y algo húmedo.
Las primeras semanas estará cubierto por un plástico trasparente con algunos agujeros, a media sombra hasta que enraice

En la próxima temporada se hará el cambio definitivo.

POR ACODO

Hay diferentes tipos, siendo los más simples el acodo simple y el múltiple, consiste en obtener un nuevo brote o plantita, sin separarla de la planta madre.

Se debe elegir una rama larga y flexible al que se le realizará un pequeño corte en esa rama, o raspar ese trozo de rama, la cual se deberá colocar en la tierra, sujetarla con una horquilla o un pequeño trozo de alambre, no muy apretado a la rama y cubrir con tierra fértil con arena, bien liviana y esponjosa, regar.
La rama elegida para realizar el acodo, debe ser sana, y dejar en el extremo superior un par de hojas.

La parte de la rama que no esta cubierta por tierra se debe sujetar con un tutor.
Al realizar el acodo , se puede colocar una parte del tallo en una maceta, sin separar de la planta madre, cuando enraice, se separa de la planta madre.

Acodo Múltiple

Se realiza siguiendo los mismos pasos que en el caso anterior, pero realizando varios cortes o pequeñas heridas en la larga rama, tambi{en se puede realizar en pequeñas macetas, las que se separarán cuando cada segmento del tallo de raices propias.
Cada trozo de tallo debe tener al menos un par de hojas y una yema, para lograr el éxito.

Se pueden realizar estos métodos con Wisteria, clematis, jazmines trepadores, ampelopsis o taco de reina, Boungavilla o Santa Rita, Bignonias, Jazmín azórico, jazmin amarillo, Dipladenia, Lonicera,entre otras. 

Las plantas trepadoras, necesitan mucho espacio para poder desarrollarse correctamente, y la altura y embergadura, se deben limitar, para poder controlarlas en su crecimiento, mediante podas leves si es necesario.



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Las Orquídeas y sus raíces

Son tan bellas y tan delicadas a la vez en sus distintas variedades y especies, que no dejo de admirarlas a todas, son las plantas más evolucionadas de la naturaleza, y nos regalan su exótica y singular belleza.


Las raices son el órgano más importante de las orquídeas, necesitan un mayor cuidado que en otras plantas, especialmente aquellas orquídeas que son Epífitas, es decir que viven el las ramas y troncos de los árboles sostenidas por las raices.



Las raices de las orquideas crecen desde la base de los bulbos o pseudobulbos, en algunas especies las raices crecen desde la raiz principal, salen otras raices, el tamaño puede ser variado, también su grosor.
La importancia de las raices en las orquídeas es porque ellas permiten el anclaje de la planta en la maceta o en el tronco o rama, también son las encargadas de llevar los nutrientes al resto de la planta y el agua a los bulbos, tallos y hojas, unas raices sanas dan como resultado una planta sana, con hojas, tallos y flores turgentes, también permiten el anclaje de la planta al lugar o sitio elegido, así se mantendrá erecta.



Las raices deben ser de color verdoso y blanco, si están oscuras es exceso de agua, se pudren y si están resecas, no se pueden recuperar.
Si los bulbos se encuentran arrugados o con estrias, es señal que han tenido poco riego, es difícil recuperarlos.
Las raices pueden ser afectadas por hongos, cochinillas y caracoles o babosas.
La orquídeas terrestres deen estar plantadas en contenedores o macetas transparentes para que reciban bastante luz y un sustrato suelto especial para orquídeas, así las raices se desarrollaran mejor.


Los abonos suministrados por vía radical deben ser diluidos en el agua en porcentaje muy bajo, 1 gr/l de agua si usaran cada 20-30 gg o 1/2  gr/l de agua  si usaran cada 2 semanas. En todo caso no superar nunca 1 gr por litro de agua.

Es recomendable que los abonos por la orquídea sean efectuados cuando el sustrato está húmedo y en los primeros días, no dejes nunca secar completamente el sustrato ya que se tendría una excesiva concentración de las sales minerales.
Sería oportuno que después de un cierto número de abonos (4 o 5) se proceda a un riego sin abono de modo que aclarar el sustrato y bajar la concentración salina.