Las plantas que presentan una variegación son quimeras con diferentes composiciones genéticas en sus tejidos. La falta de clorofila en algunos tejidos provoca variegaciones con zonas blanquecinas o amarillentas en las hojas, en contraste con el tejido normal, que es verde.
Es debido a que parte del tejido meristemático pierde la capacidad de producir cloroplastos, de modo que el tejido ya no vuelve a ser verde.
En un tipo común de tal variegación, los márgenes de las hojas se pueden componer solamente de las células derivadas de este tejido merismático carente de cloroplastos. Así, este tejido marginal es blanco o amarillo, en lugar de verde.
Hay otros varios tipos de variegación, dependiendo de los tejidos afectados y de su relación mutua.
En algunos casos la variegación puede ser consistente y de apariencia simétrica en toda la planta, en otros es aletoria y en algunas formas es inestable.
Clivia cyrtanthiflora
Dianella Tasmánica
Agave attenuata
Euomynus japonicus
Arundo Donax variegata
illex aquifolium
Tradescantia fluminensis
Hostas
Geranios
Otro tipo de variegación reflexiva está causado por pelos en partes de la hoja que pueden tener una coloración diferente.
Begonias
Una causa común de la variegación es el enmascaramiento del pigmento verde por otros, tales como las antocianinas. Esto se extiende a menudo a la hoja entera, volviéndola rojiza o púrpura.
Pelargonium
Breynia disticha
Las infecciones de virus pueden hacer aparecer manchas de diferente color en la superficie de la hoja. Un ejemplo son los virus de mosaico, que producen un tipo de efecto en mosaico sobre la superficie de la hoja.
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