facebook jardineria grupo

https://www.facebook.com/groups/sandra65

domingo, 1 de diciembre de 2024

CULTIVOS FRUTA EXOTICA

El INTA estudia cómo optimizar el cultivo de pitahaya Conocida como la “fruta del dragón”, la pitahaya es una alternativa para diversificar las actividades productivas del Noroeste argentino. Por esto, investigadores del INTA Yuto estudian diversas variedades de este frutal exótico para potenciar su producción y adaptabilidad a la región. 19 de noviembre de 2024Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Linkedin Compartir en Whatsapp Compartir en Telegram La pitahaya es un cultivo exótico, con frutas llamativas y coloridas que se posiciona en el mercado argentino. Su floración nocturna y las características de sus frutas -piel escamosa y su pulpa colorida, es rica en vitaminas, minerales y antioxidantes- la convierten en una planta fascinante. Gracias al creciente interés de productores y consumidores, especialistas de la Estación Experimental de Cultivos Tropicales del INTA en Yuto, estudian tres especies de pitahaya: la blanca (Hylocereus undatus), la roja (Hylocereus monocanthus) y la amarilla (Hylocereus megalanthus) "Los productores del noroeste argentino están viendo la pitahaya como una alternativa de diversificación. Tiene una muy buena aceptación no solo por su potencial productivo, sino también por su adaptación al clima subtropical de la zona. Aunque es un frutal tropical, se desarrolla muy bien gracias a su rusticidad, como especie perteneciente al grupo de las cactáceas, produciendo frutas llamativas y coloridas", señaló Carina Armella, investigadora del INTA, quien resaltó la importancia de este frutal exótico y el trabajo que se realiza en la institución. "Desde 2019, estamos evaluando el comportamiento agronómico de diferentes clones de pitahaya que introducimos a través de una prospección de diferentes zonas del Noroeste argentino", explicó Armella quien también agregó que este trabajo no se limita a la pitahaya; también se están cultivando mango, palta, papaya y maracuyá, siendo la pitahaya una reciente introducción que ha captado el interés del sector productivo. La investigación del INTA Yuto permitió diferenciar 12 accesiones de pitahaya, pertenecientes a tres especies del género Hylocereus, que presentan una variedad de características. "Contamos con frutas de pulpa roja o fucsia, blanca y cáscara roja, rosada o amarilla, lo que aumenta la diversidad de opciones para los consumidores", describió Armella. Una de las limitantes del cultivo es la polinización. "La pitahaya florece de noche y, debido a problemas de incompatibilidad, requiere de la polinización manual para producir frutos. Anteriormente, contábamos con solo dos clones que resultaron incompatibles, por lo que no se lograba cosechar frutas de polinización espontánea. Ahora, con la incorporación de diversas variedades, estamos evaluando qué clones producen frutas de buena calidad y cuáles lo hacen con polinización espontánea y cuáles requieren la polinización manual", señaló la especialista. El impacto de este trabajo en el sector productivo es significativo. "Los productores están mostrando un gran interés. Algunos ya han comenzado a cultivar estas plantas y están aprendiendo sobre su manejo, que incluye sistemas de conducción como espalderas o postes unitarios", indicó Armella y explicó además que se están explorando el uso de luces LED para extender el período de floración, dado que la pitahaya necesita al menos 12 horas de luz para florecer adecuadamente. Todo este trabajo también se potenció con el apoyo del Proyecto FOAR (Fondo Argentino de Cooperación Internacional) de cooperación argentino-vietnamita en fruticultura tropical. Se trata de un proyecto liderado por el INTA y el Instituto de Horticultura del Sur de Vietnam (SOFRI), que busca mejorar la competitividad y sustentabilidad del sector a través de la investigación y transferencia de tecnologías. “Se enfoca en el desarrollo e implementación de prácticas agronómicas sostenibles, uso de la biotecnología y optimización de las técnicas de manejo en cosecha y poscosecha de las frutas tropicales”, expresó Armella y puntualizó: "Próximamente, realizaremos la cuarta misión a Vietnam, donde dos profesionales del INTA Yuto (Jujuy) y Cerro Azul (Misiones) viajaremos para capacitarnos en el desarrollo tecnológico de estos cultivos". La pitahaya se presenta como una valiosa alternativa de diversificación para los productores y, su reciente incursión en el mercado de Buenos Aires muestra su potencial en el contexto argentino. A medida que aumenta el conocimiento y la aceptación de esta exótica fruta, se prevé un crecimiento en su producción y comercialización, lo que sugiere un desarrollo significativo para el sector en el futuro.

La palmera Yatay

  LA PALMERA YATAY

Butia yatay es una especie de la familia de las palmeras (Arecaceae). Es la palmera más alta del género Butia.
Descripción:
B. yatay es una palmera de hasta 12 m de altura. Muestra hojas pinadas, con 140 hojuelas, de color verde ligeramente azulado, de hasta 2 m de largo con un pecíolo de 60 cm, subleñoso y dotado de espinas. 
Las flores forman inflorescencias de color amarillo, que pueden contener hasta 100 floros protegidos por una espata leñosa y acanalada.
 El fruto aparece arracimado; es aovado, apicado, de color anaranjado y entre 5 y 3 cm de diámetro, protegido en la base por brácteas que cubren un tercio de su superficie. 
Sus frutos son comestibles y de estos se elabora el "licor de yatay", además de atraer a numerosas aves; eran el alimento principal del guacamayo azul, Anodorhynchus glaucus, hoy presuntamente extinto.
Hábitat:
Es nativa del sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y el nordeste argentino. 
Es una palmera sumamente longeva, y formaba grandes palmares en su región de origen, muchos de los cuales han desaparecido por la deforestación de tierras para el cultivo. El mayor que se conserva de dominio público es el parque nacional El Palmar, ubicado en la provincia argentina de Entre Ríos, donde ocupa más de 8500 hectáreas.

Se planta hoy como ornamental, y se ha introducido a ese efecto en otras regiones subtropicales del mundo. 
Se confunde fácilmente con la estrechamente emparentada B. capitata, también conocida como yatay o butiá, más baja y de fruto comestible.

Cultivo:
Esta especie prefiere suelos bien drenados, ligeramente alcalinos o neutros, y mucho sol. 

Necesita bastante humedad en época de crecimiento, pero en invierno tolera bien la sequía y el frío, soportando temperaturas de varios grados bajo cero.

Las semillas requieren calor y humedad para germinar, un proceso que puede suspenderse varios meses en condiciones desfavorables.

martes, 13 de febrero de 2024

Semillas en plantas aromáticas

Cortar o No las Flores de tus Plantas aromáticas

En el mundo de los huertos urbanos, cada decisión que tomamos impacta el crecimiento y la productividad de nuestras plantas. 
Cuando se trata de plantas aromáticas, el manejo de sus flores juega un papel crucial:

📍 Para Semillas: Si tu objetivo es recolectar semillas, es esencial NO CORTAR las flores. 
Permitir que florezcan y maduren es el camino para obtener semillas que puedes usar para futuros cultivos.

📍Para Más Hojas: Si lo que buscas es maximizar la producción de hojas para tu consumo, cortar las flores antes que forme semilla.
 Al podar las flores, la planta redirige su energía hacia el crecimiento de nuevas y fragantes hojas. 🍃✂️

Entender y aplicar estas prácticas te permitirá disfrutar al máximo de tus plantas aromáticas, ya sea que busques semillas para la próxima temporada o desees hojas frescas para tu cocina.

#plantasaromaticas #semillas #flores #cultivos #medicinales


https://www.facebook.com/groups/sandra65/

CULTIVOS EXOTICOS

Plantas, flores, huerta, cactus, orquideas, cuidado de las Plantas y el jardin.