Los Tulipanes provienen de Asia y norte de China, especialmente de las zonas montañosas, existen cerca de 5.000 especies, agrupadas en 15 familias.
Siendo Holanda, su mayor productor en el continente Europeo, dando variedades de gran calidad tanto de flores como de bulbos.
Los colores son muy variados, blancos, rojos, amarillos, anaranjados, azules, rosados, jaspeados, bicolores, simples o dobles.
Florecen durante toda la primavera. Las flores son grandes y muy llamativas, se hallan en la extremidad del tallo en número de 1-3, son erectas, aunque en algunas variedades, se presentan en forma péndula.
Son plantas bulbosas que crecen en todo tipo de suelos, éstos deben ser permeables. El riego debe ser moderado, para que el bulbo no se pudra.
Los bulbos se entierran a una profundidad de 10-15 cm, a fines de otoño, para que florezca en primavera.
Se pueden plantar en el terreno, formando parterres y macizos, junto con arbustos y otras bulbosas.
Las condiciones ideales para su cultivo es un lugar soleado, con temperaturas entre 10ºC-15ºC, aunque toleran temperaturas más bajas.
En invierno se deben regar los bulbos, de forma moderada, no toleran la sequía y tampoco las heladas muy fuertes.
Se reproducen fácilmente por bulbillos, que da la propia planta madre, aunque son de menor calidad durante el primer año.
Es una de las flores más utilizadas como flor cortada , donde se luce en arreglos florales.
Su historia
Las versiones tradicionalmente más difundidas sobre el origen del cultivo ornamental del tulipán en Occidente sostienen que este tuvo mediante la importación de bulbos desde el Imperio otomano a través de Centroeuropa desde el siglo XVI. Otros estudios también apuntan a una ruta de introducción en Europa más antigua, desde el Imperio bizantino hacia el Al-Ándalus en la Hispania musulmana. Una versión indica que el embajador austríaco en Turquía Ogier Ghislain de Busbecq, quién además era un floricultor entusiasta, vio tulipanes cultivados en Adrianópolis.
En 1544, cuando regresó a Europa, trajo consigo algunos bulbos a los Jardines Imperiales de Viena. Décadas más tarde, en 1593, Carolus Clusius dejó su trabajo en los Jardines Imperiales para tomar un cargo de profesor de botánica en Leiden, Países Bajos, a donde llevó una colección de bulbos de tulipanes que crearon un gran interés y entusiasmo. Entre 1610 y 1620 en Francia y para 1634 en los Países Bajos, el entusiasmo por cultivar estas plantas bulbosas se transformó en una verdadera fiebre conocida como "tulipomanía". Se vendían posesiones de todo tipo para comprar bulbos de tulipán y algunos tipos raros de esta especie costaban el precio de una granja, una casa o varios caballos.
En1623, un solo bulbo de una variedad famosa de tulipán podía costar hasta 1000 florines, cifra exorbitante teniendo en cuenta que la ganancia media anual en aquella época era de 150 florines. Un buen comerciante de bulbos, por el otro lado, podía ganar 6000 florines por mes.
En 1635 se produjo una venta de 40 bulbos por 100.000 florines. Para propósito de comparación, una tonelada de manteca costaba aproximadamente 100 florines. Un verdadero récord fue la venta del bulbo más famoso, "Semper Augustus", por 6.000 florines en Haarlem. No había suficientes bulbos en el mercado como para respaldar la demanda existente, por lo que la tulipomanía se transformó en una especulación financiera, en la que los inversores compraban y vendían notas de crédito y no bulbos. Este periodo de euforia especulativa dio lugar a una gran burbuja económica y una crisis financiera. Constituye, de hecho, uno de los primeros fenómenos especulativos de masa monetaria de los que se tiene noticia.
Wikipedia.
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