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El impacto medioambiental de las bolsas de plástico es enorme. Además de las grandes cantidades de energía que se precisan para su fabricación, están compuestas de sustancias derivadas del petróleo, que pueden tardar en degradarse más de medio siglo.
La gran mayoría acaba siendo desechada sin control, contaminando tanto las ciudades como los ecosistemas naturales.
En el mar su impacto puede ser letal para animales como tortugas, ballenas o delfines, que mueren tras ingerirlas. Asimismo, las bolsas serigrafiadas pueden contener residuos metálicos tóxicos.
Estados Unidos y la Unión Europea consumen el 80% de la producción mundial, aunque su generalización en los países en vías de desarrollo está agravando el problema.
Reutilizarlas, sustituirlas por de varios usos o fabricarlas con materiales biodegradables se presentan como soluciones posibles.
La producción de bolsas de bioplástico,comienzan a hacerse populares en todo el mundo, mediante campañas a nivel popular en el ùltimo año en muchos paises desarrollados se logrò reemplazar las bolsas convencionales a un 10%.
Por su parte, diversas empresas trabajan para desarrollar y mejorar este tipo de materiales. En España, la filial del grupo Sphere, primer productor europeo y cuarto mundial de bolsas de plástico, produce desde hace un año y medio bolsas de fécula de patata con un sistema desarrollado por dos compañías del grupo.
En Italia, las empresas Novamont y Coldiretti han llegado a un acuerdo para implantar un sistema de fabricación de plásticos biodegradables a partir del maíz y del girasol que cubra todo el proceso productivo. Sus responsables asumen que una de bolsas cuesta entre ocho y nueve céntimos de euro, frente a los cinco céntimos de la bolsa tradicional. No obstante, destacan que su precio bajará al generalizarse su uso, y recuerdan sus ventajas ecológicas.
En Canadá, la compañía EPI (Environmental Plastic Additives) ha desarrollado un aditivo, denominado TDPA (Totally Degradable Plastic Additives), que permite a los plásticos convencionales volverse biodegradables. En este caso, el coste de fabricación de las bolsas es un 10% mayor. En Francia, la denominada bolsa "Néosac" utiliza una tecnología similar, desarrollada por varios industriales franceses, que ya se distribuye en varios locales y supermercados galos. Su coste es también algo mayor que las clásicas: entre un 25 y un 30% más.
En otros lugares han optado por la vía de los impuestos. Irlanda ha implantado el "plustax", que obliga al pago de quince céntimos de euro por cada bolsa que utilicen los consumidores. En Hong Kong, una tasa medioambiental similar a la irlandesa, obliga a pagar por cada bolsa unos 50 céntimos.
-La prohibición de su uso es también otra medida que está empezando a ganar adeptos, las bolsas de basura tambièn deben ser de materiales reciclables, en varios paises se estàn utilizando bolsas ecològicas que favorecen al medio ambiente.
Las autoridades de cada pais y municipio deben trabajar conjuntamente para facilitar y concientizar a las personas por medio de campañas los beneficios que trae el uso de estas bolsas ecològicas.
Fuente: texto parcial consumer eroski.
El impacto medioambiental de las bolsas de plástico es enorme. Además de las grandes cantidades de energía que se precisan para su fabricación, están compuestas de sustancias derivadas del petróleo, que pueden tardar en degradarse más de medio siglo.
La gran mayoría acaba siendo desechada sin control, contaminando tanto las ciudades como los ecosistemas naturales.
En el mar su impacto puede ser letal para animales como tortugas, ballenas o delfines, que mueren tras ingerirlas. Asimismo, las bolsas serigrafiadas pueden contener residuos metálicos tóxicos.
Estados Unidos y la Unión Europea consumen el 80% de la producción mundial, aunque su generalización en los países en vías de desarrollo está agravando el problema.
Reutilizarlas, sustituirlas por de varios usos o fabricarlas con materiales biodegradables se presentan como soluciones posibles.
Bolsas ecològicas
La producción de bolsas de bioplástico,comienzan a hacerse populares en todo el mundo, mediante campañas a nivel popular en el ùltimo año en muchos paises desarrollados se logrò reemplazar las bolsas convencionales a un 10%.
Por su parte, diversas empresas trabajan para desarrollar y mejorar este tipo de materiales. En España, la filial del grupo Sphere, primer productor europeo y cuarto mundial de bolsas de plástico, produce desde hace un año y medio bolsas de fécula de patata con un sistema desarrollado por dos compañías del grupo.
En Italia, las empresas Novamont y Coldiretti han llegado a un acuerdo para implantar un sistema de fabricación de plásticos biodegradables a partir del maíz y del girasol que cubra todo el proceso productivo. Sus responsables asumen que una de bolsas cuesta entre ocho y nueve céntimos de euro, frente a los cinco céntimos de la bolsa tradicional. No obstante, destacan que su precio bajará al generalizarse su uso, y recuerdan sus ventajas ecológicas.
En Canadá, la compañía EPI (Environmental Plastic Additives) ha desarrollado un aditivo, denominado TDPA (Totally Degradable Plastic Additives), que permite a los plásticos convencionales volverse biodegradables. En este caso, el coste de fabricación de las bolsas es un 10% mayor. En Francia, la denominada bolsa "Néosac" utiliza una tecnología similar, desarrollada por varios industriales franceses, que ya se distribuye en varios locales y supermercados galos. Su coste es también algo mayor que las clásicas: entre un 25 y un 30% más.
Cobrarlas y prohibirlas
En otros países se plantean medidas más drásticas para frenar su uso. Por ejemplo, en Suecia o Alemania el cobro de las bolsas está generalizado, si bien los consumidores están más concienciados y suelen reutilizarlas o emplean bolsas de tela.En otros lugares han optado por la vía de los impuestos. Irlanda ha implantado el "plustax", que obliga al pago de quince céntimos de euro por cada bolsa que utilicen los consumidores. En Hong Kong, una tasa medioambiental similar a la irlandesa, obliga a pagar por cada bolsa unos 50 céntimos.
-La prohibición de su uso es también otra medida que está empezando a ganar adeptos, las bolsas de basura tambièn deben ser de materiales reciclables, en varios paises se estàn utilizando bolsas ecològicas que favorecen al medio ambiente.
Las autoridades de cada pais y municipio deben trabajar conjuntamente para facilitar y concientizar a las personas por medio de campañas los beneficios que trae el uso de estas bolsas ecològicas.
Fuente: texto parcial consumer eroski.
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